El 16 de enero de 2022 se celebró en Serbia un referéndum constitucional en el que los votantes decidieron modificar la Constitución en la parte relacionada con el poder judicial.
Los cambios propuestos incluyeron la eliminación de varios cargos, la ampliación de la fiscalía a un organismo colectivo y cambios relacionados con la elección de jueces. Los funcionarios del gobierno expresaron su apoyo a tales cambios, mientras que la oposición permaneció dividida; la mayoría expresó su objeción al referéndum, mientras que algunos incluso pidieron un boicot o su aplazamiento.
La opción "sí" prevaleció sobre la opción "no" en el referéndum, aunque se informó que la participación fue la más baja desde 1990, con sólo el 30% de los votantes en total. Las organizaciones no gubernamentales denunciaron irregularidades en los colegios electorales y también denunciaron fraude electoral. La Asamblea Nacional adoptó cambios constitucionales el 9 de febrero.
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