La Ciudad del Vaticano es un Estado soberano sin salida al mar, cuyo territorio es un enclave dentro de la ciudad de Roma, en Italia. Es uno de los seis micro-Estados europeos, y también es el Estado soberano más pequeño del mundo en extensión y población. Su forma de gobierno, de acuerdo con la clasificación internacional, es la de una teocracia organizada como una monarquía absoluta.
La Ciudad del Vaticano tiene una extensión de 0,49 km² (49 hectáreas) y una población de aproximadamente 800 habitantes, por lo que resulta un híbrido de ciudad elevada al rango de Estado independiente, siendo además el más pequeño del mundo.
La Ciudad del Vaticano alberga la Santa Sede, máxima institución de la Iglesia católica. Aunque los dos nombres, «Ciudad del Vaticano» y «Santa Sede», se utilizan a menudo como si fueran equivalentes, el primero se refiere a la ciudad y a su territorio, mientras que el segundo se refiere a la institución que dirige la Iglesia y que tiene personalidad jurídica propia como sujeto de derecho internacional. En rigor, es la Santa Sede y no el Estado del Vaticano la que mantiene relaciones diplomáticas con los demás países del mundo. Por otro lado, el Vaticano es quien da el soporte temporal y soberano (sustrato territorial) para la actividad de la Santa Sede.
La máxima autoridad del Vaticano y jefe de Estado del mismo es el papa de la Iglesia católica, por lo que puede considerarse la única teocracia y la última monarquía absoluta de Europa. El sumo pontífice delega las funciones de gobierno en el secretario de Estado.