En agosto de 1991 se celebró en Sierra Leona un referéndum sobre una nueva constitución. La votación se llevó a cabo durante cuatro días (23, 26, 28 y 30 de agosto). La nueva constitución restauraría la política multipartidista, ya que el país había sido un estado de partido único desde que el referéndum constitucional de 1978 convirtió al Congreso de Todo el Pueblo en el único partido legalmente permitido.
De los aproximadamente 2,5 millones de votantes, la participación fue de alrededor del 75%. La nueva constitución fue aprobada por alrededor del 80% de los votantes y entró en vigor el 1 de octubre. Como resultado, la Constitución de 1978 fue derogada. Debido a un golpe de estado ocho meses después del referéndum, las primeras elecciones bajo la nueva constitución no se celebraron hasta 1996.